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Archive for junio 2012


Alguien ha dicho, y con razón, que los tres eventos más importantes en la vida de una persona son el nacimiento, el matrimonio y la muerte. Sobre el primero y el tercero tenemos poco o ningún control. En cambio sobre el segundo (el matrimonio), la decisión está completamente en nuestras manos. Y aunque la gente dice por ahí que el amor es ciego, mi consejo es que abras bien los ojos al elegir a la persona con la que te propones pasar el resto de tu vida.
¿Quién puede ser tan torpe como para emprender un largo viaje, uno que durará toda la vida, sin hacer ningún tipo de preparativos? El matrimonio es como un largo viaje, que termina solo con la muerte. Es absolutamente indispensable, por lo tanto, que hagas algunas preguntas sobre esa persona que te acompañará en la travesía.  De manera particular, me gusta la lista de preguntas del Dr. Harold Shryock (Happirum for Husbartds and Wives [La felicidad para los esposos y las esposas], pp. 28, 29; adaptado).
1.    La persona con la que me pienso casar, ¿es alegre? (Si no lo es ahora, difícilmente lo será después del matrimonio).
2.    ¿Puede manejar los desacuerdos sin enardecerse? (La incapacidad para manejar las diferencias de opinión es señal de inmadurez).
3.    ¿Son estables sus emociones? (La persona inestable es impredecible).
4.    ¿Qué piensa en temas de moral? (Sus conceptos de lo bueno y lo malo reflejan la clase de persona que es).
5.    ¿Es capaz de trabajar en equipo? (El matrimonio es un equipo en el que cuenta la opinión de cada uno).
6.    ¿Le gusta aceptar responsabilidades? (Son muchas las cargas del matrimonio como para que solo uno las lleve).
7.    ¿Ha tenido éxito al enfrentar desafíos? (El matrimonio es el mayor de los desafíos).
8.    ¿Le gusta ayudar a la gente necesitada? (La persona que ayuda demuestra que no piensa solo en sí misma).
9.    ¿Puedo decir que admiro a esta persona? (Por lo general, se suele admirar lo que nos resulta valioso).
10. ¿Es una persona respetuosa de los temas espirituales? (Lee una vez más el versículo para hoy).
El matrimonio no es un simple «paseo». Es un viaje para toda la vida. Asegúrate, entonces, de escoger bien al compañero o a la compañera de viaje. A fin de cuentas, «¿pueden dos caminar juntos sin antes ponerse de acuerdo?»
Ayúdame, Señor, a escoger la persona que me acompañará durante mi paso por esta vida.
Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente - Por Fernando Zabala.

Recuerda , lo que la palabra de nuestro amado Dios te dice hoy:¿Pueden dos caminar juntos sin antes ponerse de acuerdo? Amos 3:3, NVI

  Que nuestro amado Dios, nos conceda mucha sabiduría para actuar en este   importante asunto.

JOHN CARLOS SOTIL LUJAN
DIRECTOR DEL WEB BLOG - REFLEXIONES PARA VIVIR



La joven protagonista de nuestra lectura para hoy ha sido la única atleta dueña, simultáneamente, de todas las mejores marcas en nado libre, y la única en ganar tres medallas olímpicas en tiempo récord. Cuando apareció en el escenario deportivo de su país natal, Australia, tenía apenas 13 años. Para el momento de su retiro, ya había impuesto once marcas mundiales y había ganado cinco medallas olímpicas. ¿Quién fue ese «torbellino» de la natación? Esa jovencita, hoy ya adulta, se llama Shane Gould.
Shane no solo tenía excelentes condiciones físicas; además, siempre esperaba que ocurriera lo mejor. Esta cualidad de Shane se hizo evidente en una de sus competencias en los Estados Unidos. Cuando un periodista le preguntó qué resultados esperaba de la competencia, sin vacilación respondió: «Tengo el presentimiento de que hoy se va a establecer una marca mundial en este lugar». Ese día estableció, no una, sino dos marcas mundiales: en los 100 y en los 200 metros estilo libre.
Sin embargo, ahí no terminó la historia. Cuando enfrentó la prueba más dura, los 400 metros, le preguntaron qué esperaba. Respondió: «Mis padres me han prometido que si gano me llevarán a Disney ¡y salimos mañana!» (Víctor Parachin, «Diez pasos para mejorar la autoestima», Listen, mayo de 2000, p. 11).
Eso se llama optimismo. Las investigaciones han demostrado que en comparación con los pesimistas, los optimistas son más felices, tienen más éxito en la vida, obtienen mejores calificaciones en los estudios y disfrutan de mejor salud (Martín Seligman, Learned Optimism [Optimismo aprendido], pp. 15,16).
¿En qué se diferencia el pesimista del optimista? Según el psicólogo Martín Seligman, la actitud dominante en el pesimista es la creencia de que nada de lo que haga cambiará las cosas: «Soy malo con las matemáticas, y no importa cuánto me esfuerce, siempre lo seré». El optimista, por el contrario, cree que puede cambiar las cosas que le suceden por medio de sus acciones voluntarias: «No soy muy bueno con las matemáticas, pero si me esfuerzo podré dominarlas».
Es verdad que muchas cosas escapan a nuestro control, pero también hay muchas que sí podemos controlar. ¿Podrías pensar en algunos aspectos  de tu vida que hoy mismo podrían cambiar para bien con un poco de esfuerzo, una buena dosis de optimismo y fe en Dios?
 Ayúdame, Señor, a hacer hoy lo mejor y a esperar lo mejor.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente - Por Fernando Zabala.

Recuerda , se optimista porque la palabra de nuestro amado Dios nos dice:
El amor del Señor no tiene fin, ni se han agotado sus bondades. Cada mañana se renuevan”( Lamentaciones 3:22,23)          

                   
Que nuestro amado Dios, nos ayude a ser siempre positivos , aun en medio de las dificultades.

JOHN CARLOS SOTIL LUJAN
DIRECTOR DEL WEB BLOG - REFLEXIONES PARA VIVIR



Hace ya varios años, el mundo fue sacudido por la noticia de dos desquiciados adolescentes que asesinaron a sus propios compañeros de estudio. La tragedia ocurrió en Colorado, Estados Unidos.
Cuentan los sobrevivientes que esa trágica mañana los asesinos disparaban a sangre fría contra todo lo que se movía, mientras reían a carcajadas. Primero sembraron el terror en el primer piso de la institución. Luego subieron a la biblioteca, donde estaba una joven estudiante, de nombre Valeen, con su mejor amiga, escondida debajo de una de las mesas. En cuestión de segundos, inundaron el lugar con una lluvia de balas. La amiga de Valeen murió en el acto. Ella, por su parte, fue alcanzada por varios proyectiles. Agobiada por el dolor, la joven comenzó a quejarse: «¡Dios mío! ¡Dios mío!».
Cuando los asesinos escucharon mencionar el nombre de Dios, caminaron en dirección al lugar de donde provenía el clamor.
—¿Dijiste Dios? —preguntó uno de ellos—. ¿De verdad crees en Dios?
—Sí, creo —respondió con valentía la muchacha.
—¿Y por qué crees en Dios? —preguntó el pistolero, mientras recargaba el arma.
—Porque así me criaron mis padres, y porque yo lo creo.
No se sabe por qué no la mataron. Se cree que después de su valiente testimonio, Valeen se desmayó y la dieron por muerta. Al final de la sangrienta jornada, los dos adolescentes habían asesinado a doce estudiantes y a un profesor. Luego ellos mismos se quitarían la vida. Pero Valeen sobrevivió para contar por qué dijo sí, consciente de que esa respuesta podía costarle la vida.
«Cuando esos dos muchachos me preguntaron si creía en Dios, sentí tantos deseos de decir "no". [...]. Pero decir "no" era una falta de respeto a mí misma y a Dios. Por eso los miré directamente y les dije lo único que podía decirles: "Sí, creo"» (Bruce Porter, The Martyr's Torch [La antorcha del mártir], pp. 6-8).
Quizás nunca te encontrarás en una situación tan dramática para demostrar tu fe, pero no necesitas que una pistola te apunte a la cabeza para demostrar tu lealtad a Dios. Por medio de las pequeñas pruebas de cada día estás diciendo: «Sí, creo en Dios». O de lo contrario: «No creo».
 Son los hechos, no las palabras, los que cuentan.Hoy puedes demostrar que sí crees en Dios. Hoy puedes representarlo con dignidad en todo lo que hagas. ¿Estás dispuesto a hacerlo?
Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente - Por Fernando Zabala.


                       Recuerda , la palabra de nuestro amado Dios nos dice: 
¿Crees tú en el Hijo del hombre? Juan 9:35.


 Que nuestro Dios de amor nos haga valientes para poder dar testimomio de nuestra fe y creencias,  en todo momento, aun si nos amenazan de muerte.

JOHN CARLOS SOTIL LUJAN
DIRECTOR DEL WEB BLOG - REFLEXIONES PARA VIVIR



Albert Einstein, sin lugar a dudas el científico más importante del siglo XX, es también conocido por sus ocurrencias. Una de ellas se produjo cuando se celebró una cena en su honor.
Einstein había sido invitado para recibir un galardón por su contribución a la ciencia. Después de recibir su premio, la concurrencia comenzó a clamar: «¡Que hable! ¡Que hable!».
Aunque el programa no contemplaba un discurso del famoso científico, el presidente de la institución lo invitó a hacer uso de la palabra. En contra de su voluntad, Einstein subió al pódium. El público guardó absoluto silencio. Entonces comenzó diciendo: «Damas y caballeros, lo siento mucho pero en este momento no tengo nada importante que decirles». Dicho esto, tomó asiento. A los pocos instantes, como recordando algo que debió decir, Einstein se levantó de su asiento: «Cuando tenga algo que decirles, les avisaré».
 En efecto, unos seis meses más tarde, se comunicó con el presidente de la universidad para expresarle: «Ahora sí tengo algo importante que decirles».

Cuenta el relato que entonces se llevó a cabo otra cena en su honor, en la que Einstein finalmente dio su muy esperado discurso.
En una época como la nuestra, en la que muchos quieren hablar y pocos escuchar, la experiencia de Einstein nos enseña una valiosa lección: Cuando no tengamos nada que decir, es mejor callar. Pero cuando tengamos algo importante que decir, entonces hablemos. Ya lo dijo el Sabio: «En este mundo todo tiene su hora; hay un momento para todo cuanto ocurre: [...] un momento para callar y un momento para hablar» (Ecl. 3:1,7).

Una lección no menos importante que se deriva de la anterior es que cuando sea tiempo de hablar, hagámoslo al punto y sin rodeos, pues como bien lo expresó Salomón, «el que mucho habla, mucho yerra» (Prov. 10:19).

Pidamos a Dios que nos ayude a cultivar el don del habla porque, como bien lo expresa el libro Palabras de vida del gran Maestro en la página 270, ningún otro talento puede ser de mayor bendición que este. Y pidámosle también que nos dé sabiduría para saber cuándo y cómo usarlo.
 Capacítame, Señor, para saber cuándo hablar y cuándo callar.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente - Por Fernando Zabala.

Recuerda , la palabra de nuestro amado Dios nos dice: 
"Recuerden esto, queridos hermanos: todos ustedes deben estar listos para escuchar; en cambio deben ser lentos para hablar" (Santiago 1:19).


Que nuestro Dios de amor nos conceda su sabiduría para saber cuando hablar y cuando callar.

JOHN CARLOS SOTIL LUJAN
DIRECTOR DEL WEB BLOG - REFLEXIONES PARA VIVIR



En la vida uno necesita mantener una constante. Para mí esa constante es Dios». Estas son las palabras de un joven de 16 años de nombre William. ¿Qué quiso decir él con eso de que Dios es su constante?  Por el trabajo de su padre, la familia de William se ha mudado varias veces. Con cada cambio de domicilio William ha tenido que dejar atrás parte de su corta vida, especialmente a sus amigos. Al establecerse en una ciudad diferente, en ocasiones le ha tocado enfrentar la presión de los nuevos amigos, que lo invitan a hacer cosas indebidas. Pero gracias a los valores que sus padres le han trasmitido, William no fuma, no toma alcohol ni consume drogas. ¿Cómo ha logrado mantenerse fiel a sus principios?
Cuando lo invitan a participar en actividades indebidas, su respuesta es terminante: «Yo no participo de esas cosas». Después de haberse negado, William dice que queda con una mezcla de sentimientos. Por un lado, siente la satisfacción de haber permanecido fiel a sus principios. Pero por el otro, siente que hay un muro de separación entre él y sus amigos. Sabe que para derribar ese muro de separación alguien tiene que cambiar. «Por razones de integridad personal —dice William— no seré yo quien cambie».
Me gusta eso último. Si para que su amistad con el grupo se mantenga, William tiene que cambiar, ¡que se olviden! No será él quien cambie. ¿Por qué él no cambia sus principios? Porque ha encontrado en Jesucristo a un Amigo fiel, quien tampoco cambia, y con quien mantiene una constante comunicación por medio de la oración.
Y luego agrega: «Dios me ha ayudado a enfrentar la pérdida de amigos y también los cambios de residencia. Cuando uno se muda toda cambia. [...]. Es posible incluso perder los valores, porque hay todo un montón de cosas nuevas por delante. Es entonces cuando se hace necesario tener una constante. Y para mí, esa constante es Dios” (Stephen Arterburn , Carol Wilde y Gary Wilde, Young Believer Case Files [Casos sobre creyentes jóvenes], pp. 97-101).
¡Qué bien! En un mundo cambiante, este joven ha encontrado una constante: la amistad de Jesús. ¿La has encontrado también tú ?

Gracias, Señor, porque en un mundo cambiante tu amistad permanece.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente - Por Fernando Zabala.

Recuerda , la palabra de nuestro amado Dios nos dice: Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. (Hebreos 13:8)

Que siempre podamos ser fieles a los principios de vida saludable de nuestro Dios de amor , quien nos da constancia para no cambiar  en lo que es bueno.

JOHN CARLOS SOTIL LUJAN
DIRECTOR DEL WEB BLOG - REFLEXIONES PARA VIVIR




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Tienen razón quienes comparan la vida con una escuela. Cada día trae consigo nuevas lecciones. Cualquier persona puede, sin proponérselo, ser un maestro. Y cualquier espacio, sin que uno lo planifique, puede convertirse en un salón de clases.
Una tarde, mientras celebrábamos el cumpleaños de un compañero de trabajo, se produjo una de esas situaciones. Estábamos en un restaurante y esperábamos que nos sirvieran la comida. En un momento de la conversación, el pastor Pablo Perla, presidente de APIA, dijo: «He aprendido que debo disfrutar plenamente de tres cosas en la vida: En primer lugar, de mi religión, del Dios a quien adoro; en segundo lugar, de mi matrimonio; por último, de mi trabajo, de la labor que realizo cada día». Después de una pausa, agregó: «Yo amo a mi Dios, amo profundamente a mi esposa, y disfruto intensamente de mi trabajo».
La conversación continuó, pero sus palabras me dejaron pensando. ¿Cómo estoy yo en esa triple relación: Dios, matrimonio, trabajo? En silencio, di gracias por el Dios a quien sirvo, la esposa que amo y el trabajo que realizo.
¿Qué lugar ocupa Dios en tu vida? Pocas realidades son más tristes que servir a un Dios a quien no amas. Por otra parte, ¿ya definiste quién será la persona que estará a tu lado como cónyuge por el resto de tu vida? ¿Te imaginas lo que significa vivir con alguien a quien no amas? ¿Alguien a quien no respetas, a quien no admiras? Por último, ¿ya decidiste cuál será tu ocupación? El trabajo que realizarás como profesional requerirá más tiempo de tu vida que cualquier otra actividad. ¡Qué lamentable sería si no lo disfrutaras!
Lo bueno de todo esto es que eres tú y no otra persona el que ha de decidir qué ocurrirá en cada una de estas tres áreas de tu existencia: ¿Qué lugar ocupará Dios en tu vida? ¿Con quién te casarás? ¿En qué trabajarás? Pero lo mejor de todo es que hay ayuda disponible. Solo tienes que pedirla. Tu Padre celestial te guiará en cada decisión, si tú se lo permites. Pon tu vida en sus manos. Él no te defraudará.
Amado Padre, delante de mí están las grandes decisiones de mi vida.  Guíame por sendas seguras, por amor a tu Hijo.
Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente - Por Fernando Zabala

Recuerda , la palabra de nuestro amado Dios nos dice: "  Señor; los que te conocen, confían en ti, pues nunca abandonas a quienes te buscan. Salmo 9:10.

Que nuestro Dios amado, nos ayude a ser exitosos en estos tres importantes aspectos de nuestras vidas.

JOHN CARLOS SOTIL LUJAN
DIRECTOR DEL WEB BLOG - REFLEXIONES PARA VIVIR









Entre las buenas historias del libro: Su palabra de honor y otros relatos, hay una que nos recuerda que la honestidad siempre vale la pena. Tiene como protagonista a un jovencito a quien llamaremos Juan Bautista.Este muchacho pertenecía a una familia francesa, pobre en bienes materiales, pero rica en principios. Para ayudar en el sostén del hogar, Juan Bautista se vio obligado a trabajar como dependiente de una tienda de telas. Allí su trabajo consistía en hacer entregas de pedidos a los clientes y de cobrarles.Uno de esos clientes resultó ser un rico banquero. El dueño de la tienda pidió a Juan Bautista y a otro dependiente que le mostraran tres tipos de tela y le indicaran diferentes precios. Así lo hizo, pero sin darse cuenta se equivocó al momento de dar los precios: cobró al banquero el precio de tela más costosa por una de calidad inferior. El compañero de Juan Bautista se dio cuenta del error, pero no dijo nada. Fue cuando ya habían regresado a la tienda, que Juan se dio cuenta de lo ocurrido. Lo que sucedió entonces Juan nunca lo podría haber imaginado: ¡El dueño de la tienda lo felicitó por haber cobrado de más!-¡Excelente negocio, Juan! –dijo el dueño-. Recibirás tu parte de ese dinero.-¡Pero señor, ese dinero no es nuestro! Voy a devolverlo ahora mismo.Y diciendo esas palabras, Juan regresó al hotel, explicó lo ocurrido al banquero y le devolvió su dinero. Cuando volvió a la tienda, el dueño lo tildó de tonto y lo despidió.Esa noche, mientras Juan contaba a sus padres lo ocurrido, oyeron que alguien tocaba a la puerta. Era el banquero. De alguna manera averiguó la dirección de Juan, y ahí estaba con una tentadora oferta.-¿Sigues empleado en la venta de telas?-Ya no. Esta tarde el dueño me despidió.-Bueno, quiero que trabajes en nuestras oficinas en París.Juan aceptó. El relato dice que su desempeño en el banco fue tan bueno, que al cabo de algunos años su nombre (en francés, Jean Baptiste Colbert) llegó a oídos del rey Luis XIV. Cuando el rey necesitó un ministro de hacienda, ¿a quién crees que nombró? ¡A Juan Bautista Colbert!
Definitivamente, ¡vale la pena ser honesto, pase lo que pase!
PADRE, AYÚDAME A SER SIEMPRE ÍNTEGRO, EN LOS NEGOCIOS Y EN TODO LO QUE HAGA.
Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente - Por Fernando Zabala

Recuerda , la palabra de nuestro amado Dios nos dice: "MÁS VALE SER POBRE Y HONRADO QUE RICO Y MALINTENCIONADO". 
(Proverbios 28: 6).

Que nuestro Dios amado, nos ayude a ser honestos en lo mas intimo de nuestro ser  siempre.

JOHN CARLOS SOTIL LUJAN
DIRECTOR DEL WEB BLOG - REFLEXIONES PARA VIVIR



Adán y Eva  -escribió Bob Orben-  formaban el matrimonio ideal. Adán no tenía que escuchar a Eva hablando de todos los hombres con quienes podría haberse casado.   Y Eva no tenía que escuchar a Adán decir lo bien que cocinaba su mamá.
A diferencia de Adán y Eva, sin embargo, toda persona que tome en serio el matrimonio necesita conocer todo lo que pueda de la persona, e incluso de los parientes, con quien piensas unir tu vida. Esto es precisamente lo que dice el libro  el hogar cristiano. “pesa todo sentimiento y observa todo desarrollo del carácter en la persona con la cual piensas vincular el destino de tu vida”. Es decir, abre bien los ojos. Y como para que no quede ninguna duda, se mencionan algunas de las preguntas que los novios tienen que hacerse antes de tomar la gran decisión.
Preguntas que tiene que hacerse él.
-  ¿es ella capaz de asumir responsabilidades?
- Su influencia, ¿me hará mejor o peor persona?
-  Una vez casada, ¿exigirá que una buena porción del ingreso familiar sea usado para satisfacer su vanidad?
- ¿se guía por principios correctos?
- ¿es paciente y cuidadosa?
- ¿ ama a mis padres? Si me caso con ella, ¿habrán ganado mis padres a una hija, o habrán perdido a un hijo?
Preguntas que tiene que hacerse ella
- ¿cuál ha sido su pasado? ¿es pura su vida?
- ¿es de un carácter noble el amor que expresa, o es una simple emoción?
-  ¿me permitirá conservar mi individualidad?
- Una vez casada ¿me permitirá honrar por sobre todas las cosas los requerimientos del salvador?
- ¿tiene madre mi pretendiente? ¿Cómo es ella? ¿Cómo la trata él?
- ¿es paciente con mis equivocaciones, o criticón, dominante y autoritario?
Preguntas que tienen que hacerse ambos
¿Me ayudará esta unión a dirigirme hacia el cielo? ¿Acrecentará mi amor a Dios? ¿Ampliará mi esfera de utilidad en esta vida?
Por supuesto, aun respondiendo todas estas respuestas, siempre existirá la posibilidad de equivocarse, pero aquí en juego la más importante de todas las preguntas: ¿es esta la persona que Dios tiene para mí?
¡Asegúrate de no dejar a Dios fuera de tus planes!
Padre celestial, que mi futuro cónyuge sea la persona que tú tienes para mí.
Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente - Por Fernando Zabala

Recuerda la palabra de Dios, dice: 
SOLO UN NECIO CONFÍA UN SUS PROPIAS IDEAS.  (Proverbios 28:26)
Que el Señor, nos ayude a no ser necios ante la gran decisión de escoger al compañero o compañera de nuestra vida.
JOHN CARLOS SOTIL LUJAN
DIRECTOR DEL WEB BLOG - REFLEXIONES PARA VIVIR


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