El
relativismo es una corriente de pensamiento que afirma que no existen verdades
universales válidas, ya que toda afirmación depende del contexto, o de quien
haga la afirmación. El relativismo defiende que nada es verdad ni mentira,
bueno ni malo, falso ni verdadero; es una posición muy próxima al
escepticismo. Sus partidarios aseguran
que todo es relativo y que depende de las circunstancias. En otras palabras, defiende que “todo depende
del cristal con que se mire”.
Actualmente impera el relativismo en todas las latitudes; como
consecuencia de su influencia mucha gente afirma que todas las religiones
tienen aspectos buenos y malos, y que lo mejor es aceptar la existencia de Dios
sin comprometerse formalmente con la observancia de una religión en concreto.
Otros se sienten tranquilos medrando bajo la premisa de que cada cual debe
vivir de acuerdo con sus propios principios, valores, parámetros y códigos de
conducta, sin sentir la presión de normas que se le quieren imponer desde
afuera. Cada uno es su propia norma, su propio parámetro; impera el criterio
personal.
Si el mundo en su totalidad se
rigiera por los anteriores parámetros, se producirla un caos total en todos los
ámbitos del comportamiento humano. Lo mismo sucedería si desapareciera la
fuerza de gravedad, y todos y todo quedara flotando a la deriva en el vasto
universo. Demos gracias porque sabemos
que la verdad absoluta está en Cristo. Una verdad maravillosa que nos da paz
para vivir y nos sostiene como un ancla; de ese modo no naufragaremos cuando
las tormentas de la vida nos azoten. La Palabra de Dios encierra las verdades
más absolutas y desenmascara la mentira. Deja al descubierto la falsedad para
que podamos ver lo verdadero. Vivamos el
día de hoy disfrutando de esta seguridad. Es posible que no conozcamos todas
las verdades respecto a lo que nos ocurre, pero alegrémonos porque conocemos a
aquel que es “el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6).
En él no solamente encontramos tranquilidad,
calma y sosiego, sino al mismo tiempo sabiduría para responder a los desafíos
cotidianos a la vez que tomamos decisiones correctas.
TOMADO DE: MEDITACIONES MATINALES- ALIENTO PARA CADA DÍA - Por: Erna Alvarado.
Recordemos EL PENSAMIENTO BÍBLICO DE HOY , que nos dice:
¡Ay de los que llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo! Isaías 5:20]
Sin duda alguna que hay cosas y acciones que son buenas y malas, hay otras que podemos llamar blancas y negras y hay otras claras y oscuras. El Señor nos ayude a no llamar a lo malo bueno y a lo bueno malo y a no ser relativistas.
JOHN CARLOS SOTIL LUJAN
DIRECTOR DEL WEB BLOG - REFLEXIONES PARA VIVIR