Los problemas nunca se detendrán,
pero su magnitud la defines tú. Un mismo problema puede ser considerado como de
“tamaño gigante” por algunos y “de tamaño miniatura” por otros.
¿Por qué algunas personas llevan
las cargas de la vida sin llegar al agotamiento psicológico y espiritual, y
otras en cambio caen fácilmente presa del desánimo y la angustia? ¿En qué
radica la diferencia?
Con frecuencia oigo decir: “Estoy al límite”. Cuando esto es así, se
pierde el control de los pensamientos y de los actos; quedamos a merced de los
impulsos, hacemos y decimos cosas que nunca deseamos.
Muchos aseguran que la capacidad de resistencia es una cuestión de
temperamento y que, frente a esto, no hay nada que hacer. Sin embargo, la
fuerza interior no solo tiene que ver con eso, sino también con los recursos
generados para enfrentar las crisis de la vida. Cuando, aunada a nuestras
capacidades internas, sumamos la fe en Dios y en sus promesas, podemos estar
seguros de que los problemas se verán en la dimensión correcta.
La promesa de Dios se cumplirá en ti de acuerdo a la medida de tu fe. En las Sagradas Escrituras leemos: “Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará” (Sal. 37:5).
La promesa de Dios se cumplirá en ti de acuerdo a la medida de tu fe. En las Sagradas Escrituras leemos: “Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará” (Sal. 37:5).
Dejar actuar a Dios en nuestros problemas significa reconocer que él
tiene mil soluciones donde nosotros no encontramos ni una sola. Quiere decir
también que ni tan siquiera uno de nuestros problemas le resulta ajeno;
recuerda que cuando estuvo en esta tierra fue “tentado en todo de la misma
manera que nosotros” (Heb. 4:15). Por último, dejar actuar a Dios es tener la
seguridad de que el resultado siempre nos conducirá al cumplimiento del plan de
Dios para nuestra vida.
Si hoy te sientes al límite a causa de los
problemas que enfrentas, no busques soluciones, busca a Dios y él te dará la
que más te convenga. Que tu petición esta mañana sea: “Envía tu luz y tu
verdad; que ellas me guíen a tu monte santo, que me lleven al lugar donde tú
habitas” (Sal. 43:3).
TOMADO DE: MEDITACIONES MATINALES- ALIENTO PARA CADA DÍA - Por: Erna Alvarado.
Recordemos EL PENSAMIENTO BÍBLICO DE HOY , que nos dice:
Al de carácter firme lo guardarás en perfecta paz, porque en ti
confía. Confíen en el Señor para siempre, porque el Señor es una Roca eterna. Isaías 26:3-4
JOHN CARLOS SOTIL LUJAN
DIRECTOR DEL WEB BLOG - REFLEXIONES PARA VIVIR