La mayoría de las
personas no piensa en lo extraordinario que es el don de la vista, la visión es
tan simple y automática que no nos damos cuenta de que es un proceso
increíblemente complejo y en gran medida todavía misterioso para la ciencia.
Hace algún tiempo, Diana Fletcher buscó la ayuda
del doctor David Milner, de la Universidad Saint Andrews, en Escocia. Como
resultado de una grave intoxicación con monóxido de carbono, Diane había
quedado prácticamente ciega. Podía reconocer colores y textura pero no las
formas de los objetos o los rostros. No podía distinguir el rostro de su esposo
o la letra más grande en una prueba para la vista, ni siquiera si el doctor le
mostraba dos o tres dedos mientras la reconocía.
Mientras el doctor Milner la examinaba, levantó un
lápiz y le preguntó: “Diana, ¿qué es esto?” Al principio Diana quedó
confundida, pero después hizo algo extraordinario: extendió la mano y tomó con
perfecta naturalidad y precisión el lápiz de la mano del doctor ¿Cómo lo hizo
si no podía ver? Milner decidió hacer otros experimentos. Le dio a Diana una
carta y le pidió que la introdujera en la abertura de un buzón. Diana le dijo
que no podía porque no podía ver el buzón. Milner no se dio por vencido.
-Vamos, inténtalo-le dijo-. Solo haz como si enviaras
una carta por correo.
Diana tomó la carta, la dirigió hacia el buzón y
giró la mano para que entrara perfectamente por la ranura. No fue una
casualidad. Diana y otras personas con su mismo trastorno pueden alinear
objetos espacialmente. Esto es lo que Larry Weiskrantz y sus colegas de la
Universidad de Oxford han llamado “visión ciega”. Los científicos creen que
esto sucede porque diferentes elementos de la visión (color, profundidad,
textura, movimiento, orientación espacial, etcétera), son procesados en
diferentes partes del cerebro. Como resultado, en cierto tipo de accidentes las
personas pierden algunos aspectos de la visión pero no otros. Aparentemente,
Diana no había perdido el aspecto de la orientación espacial.
Podríamos decir que la fe es parecida a la visión
ciega. Muchas veces Dios nos pide que hagamos algo, pero no obedecemos porque
no podemos “ver” la forma en que Dios cumplirá lo que nos ha prometido. Sin
embargo, si obedecemos aunque no veamos. Dios cumplirá su palabra. Recuerda:
“Dichosos lo que no han visto y sin embargo creen”. Decide hoy actuar por fe en
las promesas de Dios, no por vista.
Tomado de : ¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez.
Recordemos EL PENSAMIENTO BÍBLICO DE HOY , que nos dice:
‘Porque
me has visto has creído”, le dijo Jesús; ‘dichosos los que no han visto y sin
embargo creen’ (Juan 20:29).]
JOHN CARLOS SOTIL LUJAN
DIRECTOR DEL WEB BLOG - REFLEXIONES PARA VIVIR