Cuando lo
invitan a participar en actividades indebidas, su respuesta es terminante: «Yo
no participo de esas cosas». Después de haberse negado, William dice que queda
con una mezcla de sentimientos. Por un lado, siente la satisfacción de haber
permanecido fiel a sus principios. Pero por el otro, siente que hay un muro de
separación entre él y sus amigos. Sabe que para derribar ese muro de separación
alguien tiene que cambiar. «Por razones de integridad personal —dice William—
no seré yo quien cambie».
Me gusta eso
último. Si para que su amistad con el grupo se mantenga, William tiene que
cambiar, ¡que se olviden! No será él quien cambie. ¿Por qué él no cambia sus
principios? Porque ha encontrado en Jesucristo a un Amigo fiel, quien tampoco
cambia, y con quien mantiene una constante comunicación por medio de la
oración.
Y luego
agrega: «Dios me ha ayudado a enfrentar la pérdida de amigos y también los
cambios de residencia. Cuando uno se muda toda cambia. [...]. Es posible
incluso perder los valores, porque hay todo un montón de cosas nuevas por
delante. Es entonces cuando se hace necesario tener una constante. Y para mí,
esa constante es Dios” (Stephen Arterburn , Carol Wilde y Gary Wilde, Young
Believer Case Files [Casos sobre creyentes jóvenes], pp. 97-101).
¡Qué bien!
En un mundo cambiante, este joven ha encontrado una constante: la amistad de
Jesús. ¿La has encontrado también tú ?
Gracias, Señor, porque en un mundo cambiante tu amistad permanece.
Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente - Por Fernando Zabala.
Recuerda , la palabra de nuestro amado Dios nos dice: Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. (Hebreos 13:8)
Que siempre podamos ser fieles a los principios de vida saludable de nuestro Dios de amor , quien nos da constancia para no cambiar en lo que es bueno.
JOHN CARLOS SOTIL LUJAN
DIRECTOR DEL WEB BLOG - REFLEXIONES PARA VIVIR