Alguien ha
dicho, y con razón, que los tres eventos más importantes en la vida de una
persona son el nacimiento, el matrimonio y la muerte. Sobre el primero y el
tercero tenemos poco o ningún control. En cambio sobre el segundo (el
matrimonio), la decisión está completamente en nuestras manos. Y aunque la
gente dice por ahí que el amor es ciego, mi consejo es que abras bien los ojos
al elegir a la persona con la que te propones pasar el resto de tu vida.
¿Quién puede
ser tan torpe como para emprender un largo viaje, uno que durará toda la vida,
sin hacer ningún tipo de preparativos? El matrimonio es como un largo viaje,
que termina solo con la muerte. Es absolutamente indispensable, por lo tanto,
que hagas algunas preguntas sobre esa persona que te acompañará en la travesía.
De manera particular, me gusta la lista de preguntas del Dr. Harold
Shryock (Happirum for Husbartds and Wives [La felicidad para los esposos y las
esposas], pp. 28, 29; adaptado).
1. La persona con la que me pienso casar, ¿es alegre?
(Si no lo es ahora, difícilmente lo será después del matrimonio).
2. ¿Puede manejar los desacuerdos sin enardecerse? (La
incapacidad para manejar las diferencias de opinión es señal de inmadurez).
3. ¿Son estables sus emociones? (La persona inestable
es impredecible).
4. ¿Qué piensa en temas de moral? (Sus conceptos de lo
bueno y lo malo reflejan la clase de persona que es).
5. ¿Es capaz de trabajar en equipo? (El matrimonio es
un equipo en el que cuenta la opinión de cada uno).
6. ¿Le gusta aceptar responsabilidades? (Son muchas
las cargas del matrimonio como para que solo uno las lleve).
7. ¿Ha tenido éxito al enfrentar desafíos? (El
matrimonio es el mayor de los desafíos).
8. ¿Le gusta ayudar a la gente necesitada? (La persona
que ayuda demuestra que no piensa solo en sí misma).
9. ¿Puedo decir que admiro a esta persona? (Por lo
general, se suele admirar lo que nos resulta valioso).
10. ¿Es una persona respetuosa de los temas
espirituales? (Lee una vez más el versículo para hoy).
El
matrimonio no es un simple «paseo». Es un viaje para toda la vida. Asegúrate,
entonces, de escoger bien al compañero o a la compañera de viaje. A fin de
cuentas, «¿pueden dos caminar juntos sin antes ponerse de acuerdo?»
Ayúdame, Señor, a escoger la persona que me acompañará durante mi paso
por esta vida.
Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente - Por Fernando Zabala.
Recuerda , lo que la palabra de nuestro amado Dios te dice hoy: ¿Pueden dos caminar juntos sin antes ponerse de acuerdo? Amos 3:3, NVI
Que nuestro amado Dios, nos conceda mucha sabiduría para actuar en este importante asunto.
JOHN CARLOS SOTIL LUJAN
DIRECTOR DEL WEB BLOG - REFLEXIONES PARA VIVIR