Most Recent

Archive for julio 2012


Juancito era uno de esos alumnos que ningún maestro quiere tener en su clase. Molestaba a sus compañeros, y no le daba importancia a sus calificaciones. Hasta que ocurrió algo muy curioso, según cuenta el escritor James Dobson.
Un día se celebraba la reunión de padres y representantes con los maestros de la escuela. Entonces la mamá de Juancito se acercó al nuevo maestro de su hijo.
—Maestro, ¿cómo se está portando mi Juancito?
—Señora, usted no tiene idea de lo feliz que me siento al tener a Juancito en mi clase. Me llena de satisfacción ser su maestro.
La asombrada madre agradeció al maestro esas palabras y, al llegar a su casa, le contó a su hijo lo ocurrido. Lo que ella no sabía es que había otro Juancito en la clase (Juancito «el bueno»), y que el maestro se estaba refiriendo a ese otro, no a Juancito «el malo».
Al día siguiente Juancito, «el malo» se acercó a su maestro.
—Mi madre me contó lo que usted le dijo. Jamás un maestro dijo eso de mí.
Ese día Juancito hizo sus tareas escolares y no fastidió a sus compañeros. Al regresar a su casa hizo sus tareas sin que nadie lo obligara. Y en los días que siguieron, sucedió exactamente lo mismo. En poco tiempo, Juancito llegó a ser uno de los mejores alumnos de la clase (en Alice Gray, Stories for the Family ‘s Heart [Relatos para el corazón familiar], p. 82).
¿Qué produjo el milagro? La «feliz» equivocación de un maestro que se expresó bien de un alumno «malo», creyendo que se trataba del «bueno». Al parecer, Juancito «el malo» solo necesitaba que alguien, aunque fuera por equivocación, le dijera una palabrita de estímulo.
¿Hay en tu familia o entre tus amigos alguien al que todos consideran «un fracaso»? Quizás todo lo que necesita esa persona es una palabra de ánimo. Y quizás tú eres la persona que podría decirle esa palabra.
¿O eres tú ese que los demás consideran un fracaso? Pues si este es el caso, no aceptes que nadie te diga que no sirves. Recuerda que Dios te ha dado talentos para que estés «en primer lugar, no en el último».
Nunca dejes de creer en ti, porque Dios cree en ti.
Amado Padre, hoy quiero hacer lo mejor, e inspirar a otros a hacer lo mismo.
                           Tomado de Meditaciones Matutinas para Jóvenes
                                Dímelo de frente - Por Fernando Zabala.
Recordemos el consejo bíblico para hoy, que nos dice: El Señor te pondrá en el primer lugar y no en el último.(Deuteronomio 28:13).
JOHN CARLOS SOTIL LUJAN
DIRECTOR DEL WEB BLOG - REFLEXIONES PARA VIVIR






El 29 de octubre de 1941, Sir Winston Churchill, por entonces primer ministro de Gran Bretaña, visitó su alma máter, la Harrow School, para dar un discurso. ¿De qué podría hablar en un momento en el que su país se enfrentaba a la poderosa Alemania de Hitler? Ese día Churchill habló de perseverancia: «Nunca se den por vencidos —dijo—. Nunca, nunca, nunca. Nunca cedan ante la fuerza aparentemente poderosa del enemigo».
No sé qué luchas podrás estar librando ahora mismo. Pero una cosa te digo: No te des por vencido. Si se trata de alguna materia de tus estudios que te está dando dolores de cabeza, o de una jovencita o jovencito que te está quitando el sueño, o de una tentación que amenaza con derrumbar tus defensas espirituales; lo que sea, sigue luchando. Esta es la lección que nos enseña una antigua historia de la Edad Media, que tiene como protagonista a Robert I, el legendario guerrero que reinó en Escocia entre 1306 y 1329.
Cuenta el relato que en cierta ocasión, mientras huía de sus enemigos, Robert tuvo que esconderse en una cueva situada en la costa norte de Irlanda. Con el ánimo por el suelo, se sentó a pensar en lo que podía hacer para derrotar a los ingleses. Entonces notó que una araña trataba de hilar su tela desde un extremo de la cueva hasta el otro. A pesar de que no lo lograba, la arañita lo seguía intentando. Uno, dos, tres, cuatro intentos… Nada. Cinco intentos, seis, siete… ¡Al fin logró su cometido en el octavo intento!
«¿No puedo yo tener la misma determinación de una araña?», pensó Robert. Inspirado por la persistencia del animalito, regresó al campo de batalla, derrotó a los ingleses y finalmente ascendió al trono de Escocia para gobernar a su pueblo durante 23 años.
Como ya lo expresó Braulio Pérez Marcio: «Vale más la tenacidad que la genialidad, y la perseverancia que el talento natural, porque en tanto que la genialidad y la inteligencia pueden vacilar en la lucha [...] la tenacidad prosigue poco a poco, pero con seguridad, hasta llegar a la meta» (Querida, hija, querido hijo, p. 19).
¿Estas librando duras batallas ahora mismo? No cedas. Lucha con todas tus fuerzas. Y no olvides que nunca estás solo. Cualquiera sea la prueba, tu padre celestial está contigo.
Padre celestial, dame tu mano para enfrentar las pruebas de este día.
                       Tomado de Meditaciones Matutinas para Jóvenes
                                Dímelo de frente - Por Fernando Zabala.
Recordemos el consejo bíblico para hoy, que nos dice: "No estoy solo, porque el Padre está conmigo. Juan 16:32.
JOHN CARLOS SOTIL LUJAN
DIRECTOR DEL WEB BLOG - REFLEXIONES PARA VIVIR



¿Se necesitan acaso cifras más convincentes para mostrar que las relaciones sexuales fuera del matrimonio son una verdadera plaga? Para los defensores del «sexo seguro» sí, porque siguen tratando de justificar lo injustificable. Para ello echan mano de varias «verdades a medias». He aquí algunas, según se presentan en un artículo de la revista Prioridades (agosto, 2008, pp. 4, 5).
1.Todo el mundo lo está haciendo. Esta afirmación es falsa. Son muchos los jóvenes que han decidido conservarse sexualmente puros hasta el día de su boda. Estos jóvenes no están dispuestos a perder su integridad en relaciones sexuales sin el sentido de compromiso que caracteriza la relación íntima en el matrimonio.
2.El sexo es una necesidad biológica. Sí lo es, pero no sabemos de ningún joven que haya muerto por no tener relaciones sexuales antes del matrimonio. En cambio sí sabemos de muchos que han arruinado su vida por mantener relaciones sexuales sin casarse.
3.Los relaciones prematrimoniales ayudan a perfeccionar la técnica sexual. Si solo de técnica se tratara, entonces tendríamos que admitir que quienes frecuentan prostíbulos y las prostitutas veteranas serían los mejores candidatos para un matrimonio feliz. Pero sabemos que la realidad es otra, porque «no solo de técnica vivirá un matrimonio».
4.Nos permiten saber si somos compatibles sexualmente. El problema con esta afirmación es que choca de frente con investigaciones serias que muestran que la «compatibilidad sexual» no es garantía de felicidad matrimonial.
La lista de «medias verdades» podría continuar, pero no vale la pena. A simple vista, aparecen como lo que son: excusas para justificar lo injustificable. Para el joven cristiano, en cambio, la opinión que cuenta es la Dios. ¿Qué piensa Dios de las relaciones sexuales fuera del matrimonio?
La Palabra de Dios dice que ni los fornicarios ni los adúlteros heredarán el reino de Dios. ¡Y Punto!
Señor, ayúdame hoy y siempre a conservar mí cuerpo y mi mente puros.
                       Tomado de Meditaciones Matutinas para Jóvenes
                                Dímelo de frente - Por Fernando Zabala.
Recordemos el consejo bíblico para hoy, que nos dice: "No se dejen engañar. Ustedes bien saben que los que hacen lo malo no participarán en el reino de Dios". (1 Corintios 6:9, TLA)
JOHN CARLOS SOTIL LUJAN
DIRECTOR DEL WEB BLOG - REFLEXIONES PARA VIVIR





Adivina adivinador… Estoy pensando en una enfermedad que… es «más vieja que Matusalén», el que la padece no sabe que la tiene, y solo hay una cura conocida, pero no se consigue en ninguna farmacia.
Una pista más: Es tan vieja como el diablo.
Un ejemplo te ayudará. ¿Recuerdas a María, la hermana de Moisés? ¿Qué recuerdas de ella? Muy probablemente, la ocasión cuando, escondida tras los juncos en el río Nilo, vigiló la canasta donde su madre había colocado al bebé Moisés, procurando salvarlo así de una muerte segura. O quizás recuerdas cuando, después del milagroso cruce del Mar Rojo, dirigió el canto de alabanza a Dios por su maravillosa liberación.
Hay otra escena que conviene recordar. En ella, María aparece muy molesta. ¿Qué la molestó tanto? Según el libro Patriarcas y profetas (p. 355), Séfora compartió con su padre Jetro su preocupación por el excesivo trabajo de Moisés, su esposo. Jetro aconsejó a Moisés que nombrara ayudantes para aliviar la carga de su trabajo (ver Exo. 18). Y Moisés aceptó el consejo. Este hecho disgustó mucho a María porque ella consideró que Moisés no los había consultado a ella y a Aarón. Y explotó: «¿Tú crees que Dios habla solo contigo? ¡Nosotros también somos líderes aquí!».
Muy bien: ¿De qué enfermedad estamos hablando? ¡Por supuesto, de la envidia! Es tan vieja como Lucifer, el primer envidioso. El que es atacado por este virus no se da cuenta de que lo tiene. Y el remedio (el agradecimiento) no se encuentra en la farmacia. ¿Cuánto marca el «envidiómetro» de tu vida en este momento? No puedes saberlo, pero por si las moscas, la vacuna está a tu disposición ahora mismo: dale gracias a Dios por lo que eres y por lo que tienes.
¡No envidiemos a nadie! Cuando envidiamos, le estamos diciendo a Dios que se equivocó al crearnos. Y Dios no se equivoca. Él tiene un plan para tu vida y la mía, y solo espera que hagamos nuestra parte para que ese plan se desarrolle en  todos sus detalles.

Gracias, Señor, por crearme como un ser único y especial. Y gracias por tu plan para mi vida.
                         Tomado de Meditaciones Matutinas para Jóvenes
                                Dímelo de frente - Por Fernando Zabala.
Recordemos el consejo bíblico para hoy, que nos dice: "Cruel es la furia, y arrolladora la ira, pero ¿quién puede enfrentarse a la envidia?" Proverbios 27:4. 
Que nuestro Amado Señor, nos ayude a no ser envidiosos y a enfrentar la envidia con su sabiduría. 
JOHN CARLOS SOTIL LUJAN
DIRECTOR DEL WEB BLOG - REFLEXIONES PARA VIVIR




Su conducta era intachable. Además, era un joven brillante. Y rico. ¡Mejor, imposible! Casi se podría decir que era «la envidia» del barrio. Lo que nadie sabía es que en lo más íntimo de su corazón, había un enorme vacío.
Un día este joven vio al Señor bendecir a los niños. La escena lo conmovió tanto que corriendo se acercó y se arrodilló delante de él. Entonces hizo la pregunta que lo estaba quemando por dentro:
—Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna? (Mar. 10:17).
La respuesta del Señor fue contundente:
—Si quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos (Mat. 19:17).
Sin embargo, no era de obediencia que el joven quería escuchar. ¡Precisamente ese era su problema! En su opinión, había obedecido toda su vida y, sin embargo, sentía un inmenso vacío espiritual.
—Todo eso lo he cumplido —dijo el joven—. ¿Qué más me falta? (vers. 20).
«¿Qué más me falta?» Con esta pregunta, el joven reveló que para él, «obedecer» a Dios significaba «portarse bien». Y no es que nuestras buenas obras no importen; pero más importa el motivo que las impulsan: el amor a Dios y al prójimo, no el amor al yo.
Para mostrar al joven en qué consiste la verdadera obediencia, Jesús fue directo al grano:
—Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás riqueza en el cielo. Luego ven y sígueme (vers. 21).
La prueba fue demasiado dura: «Cuando el joven oyó esto, se fue triste porque tenía muchas riquezas» (vers. 22). Al dar más importancia a sus posesiones que a Dios, el joven rico demostró que en realidad no había guardado todos los mandamientos. Peor aún, demostró cuál era su verdadero dios: ¡La riqueza!
¡Qué final tan triste el de su historia! ¿Podemos imaginar todo el potencial que ese muchacho podría haber desarrollado? ¿Todo el bien que podría haber hecho a la humanidad? Sin embargo, hoy día de él solo quedan las cenizas. Sus riquezas las disfrutaron otros. Y todo porque se equivocó en la decisión más importante: «¿Quién ocupará el primer lugar en mi vida?
¿Puedes ahora mismo responder esta pregunta?
Dios mío, ocupa el lugar de honor en mi corazón, ahora y siempre.
                           Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
                                Dímelo de frente - Por Fernando Zabala.

Que, ante la pregunta bíblica ¿Y qué voy a hacer con Jesús, el que llaman el Mesías? (Mateo 27:22), nos respondamos , haré de el mi Dios y el centro de mi vida.

JOHN CARLOS SOTIL LUJAN
DIRECTOR DEL WEB BLOG - REFLEXIONES PARA VIVIR

Comments Off

¿Cuál de las siguientes declaraciones refleja mejor la realidad? El momento de crisis forma el carácter. El momento de crisis revela el carácter. Sin lugar a dudas, la segunda. Las crisis no te convierten en la persona que eres; más bien, muestran la clase de persona que eres. La manera como Saúl y David actuaron en momentos críticos sirve de ejemplo. ¿Qué infeliz decisión tomó el rey Saúl cuando vio que su reino se desmoronaba? Consultó a una mujer espiritista (ver 1 Sam. 28). ¿En quién se apoyó David cuando enfrentó momentos críticos? En Dios (ver Sal. 56:3).
Encontramos un ejemplo de esta convicción cuando, forzado por la feroz persecución de Saúl, David huyó a territorio filisteo (ver 1 Sam. 27). Cierto día, cuando David y sus hombres regresaban a Siclag, su hogar filisteo, encontraron que los amalecitas habían saqueado y prendido fuego a la ciudad (ver 1 Sam. 30) y se habían llevado cautivos a las mujeres y a los niños.
El impacto de lo ocurrido fue tan grande que David y su gente lloraron hasta quedar sin fuerzas (vers. 4). Pero ahí no quedó el asunto. Los soldados de la tropa culparon a David por lo sucedido. Incluso quisieron apedrearlo.
La situación de David no podía ser peor. Saúl lo buscaba para matarlo. Los filisteos no lo veían con buenos ojos. Los amalecitas habían destruido su ciudad y llevado cautivos a las mujeres y los niños. ¡Y ahora sus propios soldados querían apedrearlo! ¿Cómo respondió David en el momento de crisis? «Puso su confianza en el Señor su Dios» (vers. 6). Recordó las evidencias del favor de Dios en su vida (Patriarcas y profetas, p. 682), e inmediatamente buscó la dirección de Dios para saber cómo debía proceder. El resultado fue que, guiado por el Señor, pudo rescatar a todos los cautivos. ¡Ni uno solo perdió la vida!
Si estás atravesando por un momento de crisis, he aquí una fórmula ganadora:
1.    Pon tu confianza en Dios,
2.    Recuerda lo bueno que el Señor ha sido contigo en el pasado y
3.    Ora pidiendo dirección divina.
En el momento difícil Dios no te va defraudar.
Padre celestial, que en el momento de prueba  yo pueda poner mi confianza en ti.
                           Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente - Por Fernando Zabala.

Que la palabra de nuestro amado Dios te ayude a decir, lo mismo que el salmo de David : "Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza". Salmo 56:3, NVI.

JOHN CARLOS SOTIL LUJAN
DIRECTOR DEL WEB BLOG - REFLEXIONES PARA VIVIR

Reflexiones populares

Translate/Traductor web

Seguidores

Archives

Vistas de página en total

© REFLEXIONES PARA VIVIR. 2010 | This wordpress temeplate was designed by Vcars | Converted to Blogger Templates and Blogger Themes for Shoe Shopping | Discount Watch