Most Recent

Archive for septiembre 2011

Daniel caminó lentamente hasta la ventana de la casa, corrió la cortina, miró el sol que teñía de rojo el horizonte, y decidió olvidar la traición de sus compañeros; a fin de cuentas, no se podía esperar algo mejor de gente que no tenía el temor de Dios en su corazón.
El texto menciona que Daniel "era superior a estos sátrapas y goberna­dores, porque en él había un espíritu superior". Ese espíritu superior era el Espíritu de Dios. El joven Daniel se dejaba guiar por el Espíritu.Sin embargo, en aquellos tiempos, como hoy, la fidelidad a Dios tiene un precio. Tal vez, por eso resulte más cómodo acomodarse a la manera de pensar y de ser de la mayoría; la moda hoy es ser políticamente, y no bíblica­mente, correctos.
¿Quién se preocupa en ser ético, en un mundo en que la viveza parece haberse vuelto un requisito para escalar en la vida profesional? Sin embargo, Daniel sabía a quién servía, y el Espíritu Superior que lo guiaba lo hizo supe­rior. Esta superioridad no era solo cualitativa sino también espiritual: Daniel volaba donde las águilas vuelan. Las mezquindades propias de la carne no lo seducían: había probado del agua pura del manantial divino, y no se conta­minaría bebiendo de las aguas envenenadas de este mundo de pecado.Tú también fuiste llamado para un propósito elevado. 
No te confor­mes con los patrones morales y espirituales de una sociedad desesperada por desplazar a Dios del escenario de su existencia: atrévete a ser diferente. Déjate utilizar por el Espíritu Superior. Busca a Jesús todos los días. Jesús prometió que, si tú lo buscas, tu cuerpo será templo del Espíritu Santo. El resultado natural de esa experiencia será la superioridad, detrás de la cual corren multitudes; Dios se la da a quienes lo buscan de todo corazón.En la historia de Daniel, el rey colocó al profeta por encima de todos los demás funcionarios. El puesto de primer ministro, codiciado por todos, no fue el resultado del arduo trabajo de Daniel, sino la recompensa por su fidelidad.No enfrentes, hoy, los desafios que tienes por delante sin tener la seguridad de que el Espíritu Superior, que guió a Daniel, te guiará a ti también. Y recuer­da que "Daniel era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino".(Daniel 6:3)
                           Tomado del Libro de Meditaciones Matinales 2011, del Pr. Alejandro Bullón.
No olvidemos que la palabra de Dios nos dice que si alguno tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos sin reproches. Pidamos mas de su espíritu y dejemos que el nos guíe en todo tiempo.
                                                                                  JOHN CARLOS SOTIL LUJAN.
                                                                                     DIRECTOR DEL WEB BLOG
                                                                                     REFLEXIONES PARA VIVIR




El era un joven ejemplar. Todavía recuerdo los comentarios que hacían respecto de él: excelente hijo, excelente amigo, buen estudiante, cristiano, consagrado. ¿Qué madre no se alegraría de tenerlo como yerno? ¿Qué pastor no se sentiría contento de tenerlo como líder de su iglesia? ¿Quién no gustaría de llamarlo su amigo?
Los años fueron pasando, y un día llegó la trágica noticia: Murió; peor todavía, se quitó la vida. ¿Cómo era posible? ¿No sería una broma de mal gusto? Lamentablemente, sí era él; la información no estaba errada.
Todos los seres humanos luchamos; para ser mejores, ser buenos ciu­dadanos, buenos esposos, en fin... Con él, no era diferente: su lucha diaria era por la búsqueda de la perfección. Procuraba ser el mejor en todo, espe­cialmente en la vida cristiana: oraba, ayunaba, predicaba, cantaba, sabía de memoria los Mandamientos, sabía lo que podía y lo que no debía hacer; conocía y sabía mucho sobre profecías y doctrinas. Tenía todo, pero no tenía nada. Era infeliz, vacío; su vida no tenía sentido. Vivió para agradar a todos; para hacer que todos fuesen felices. Pero, él mismo nunca lo había sido.
Su drama era disfrazar sus fallas con buenas acciones, querer agradar a los demás, y a Dios, con buenas obras. El nombre que damos a eso es legalis­mo. Legalismo es la intención de comprar el favor de Dios con acciones, con esfuerzo personal; legalismo es luchar por esconder la desnudez del alma con mis propias prendas. Ese fue, también, el drama de Adán y de Eva: cu­brieron su desnudez con hojas de higuera, sin percibir que esas hojas traían más problemas que soluciones.
No existe nada que puedas hacer para que Dios te ame más de lo que te ama. No existe sacrificio que aumente la misericordia de Dios o que dupli­que su cuidado por ti. Dios es amor, y si lo buscas en humildad te coloca las ropas que él preparó para ti.
Ropa, en la Biblia, es sinónimo de salvación. ¡Presta atención! El texto señala que Dios les hizo la ropa y fue él mismo quien los vistió. ¿Te diste cuenta de que el ser humano solo se deja vestir? Todo, en la salvación, es acción divina.
En un nuevo día, siempre es bueno recordar eso. La obra es de Dios, y tú solo debes aceptar: "Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió".( Génesis 3:21)
                              Tomado del Libro de Meditaciones Matinales 2011, del Pr. Alejandro Bullón.


Que cada día recordemos que nada de lo que hagamos puede comprarnos el favor de Dios, porque solo por su Gracia y sacrificio somos salvos.

 JOHN CARLOS SOTIL LUJAN.
                                                                                     DIRECTOR DEL WEB BLOG
                                                                                     REFLEXIONES PARA VIVIR


El enojo en sus ojos era atemorizante. Mirando fijamente al horizonte, trataba de encontrar palabras que no lo lastimasen tanto, pero no las hallaba.
Yo... yo soy así. ¿Qué puedo hacer? ¡Es mi naturaleza, mi destino, mi suerte; y no hay nada que pueda hacer para cambiarlo! Mucha gente piensa que jamás podrá cambiar de vida, y justifica sus errores, con la idea de apagar la voz de la conciencia. ¿Tienen ellos la razón? Hoy, tal vez, te levantaste con el sabor de la derrota en tus labios; te duele la cabeza intensamente; tu cuerpo siente la resaca de ayer. Y, mirándote al espejo, te sentencias: Soy así, ¿qué puedo hacer? La Biblia habla acerca de la naturaleza pecaminosa del ser humano. Des­de que venimos al mundo, traemos la inclinación hacia el mal. El versículo de hoy menciona la desobediencia de Adán como puerta de entrada del mal a la vida de todos. El árbol de la humanidad fue contaminado en su raíz, y los frutos son malos. La vida del ser humano es una incansable lucha en contra de la natura­leza pecaminosa. Creo que nadie, en sana conciencia, desea hacer el mal; a nadie le gusta tropezar y caer a cada rato. No le hace bien a nadie prometer y prometer, sin nunca cumplir. El texto de hoy presenta un contraste entre Dios y el hombre: si, por un lado, el pecado atacó la raíz de la humanidad y contaminó todos los frutos, por el otro, Cristo venció el pecado, y trajo solución y cura. Al comenzar un nuevo día de tu historia, recuerda que todos tenemos una naturaleza mala, pecaminosa, que se deleita en vivir lejos de Cristo y que prefiere vivir ajeno a la voluntad de Dios. El Señor Jesús, con el suave pañuelo de su justicia, nos limpia con cariño; nos limpia de todo y nos llama justos. Cuando por algún motivo te sientas indigno; en las horas de mayor an­gustia, en los momentos de total desánimo; cuando el martilleo de la culpa te golee sin cesar, recuerda: "Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos".(Romanos 5:19)
                             Tomado del Libro de Meditaciones Matinales 2011, del Pr. Alejandro Bullón.
Cada día es una lucha contra nosotros mismos por nuestra naturaleza pecaminosa y por vivir  en un mundo de pecado.Pidamos siempre el poder del Espíritu Santo para poder vencer hasta el día en que seamos transformados en un abrir y cerrar de ojos como es la promesa de nuestro amado Dios.


JOHN CARLOS SOTIL LUJAN.
DIRECTOR DEL WEB BLOG
REFLEXIONES PARA VIVIR


Los sobres se amontonaban, sobre la mesa de la cocina, como un castillo de naipes que en cualquier momento se desmoronaría. Cada sobre gritaba: "¡Pague, pague, pague!" Cintia evitaba entrar en la cocina, por miedo de oír el coro imaginario de los sobres. Pero, por más que no quisiese aceptar la realidad, las cuentas continuaban llegando, con valores cada vez más altos.
"Yo solo quería ser feliz", murmuraba, hastiada de huir de sus fantasmas: ropas caras, fiestas, restaurantes finos, viajes y más viajes. Todos sus amigos la consideraban alguien especial; una persona generosa y de buen corazón... con mucho dinero. Si el dinero en la mano es un vendaval, gastar sin tener dinero puede ser un tsunami.Ser feliz. Ese es el constante anhelo del ser humano: buscar incansable­mente la felicidad. Y, para encontrarla, no mide esfuerzos: lucha, corre, llora, se sacrifica, no come, no duerme; casi deja de vivir.No es malo desear la felicidad; lo errado no es el objetivo sino el medio que usamos para conseguirlo. La mayoría de las veces, ese medio es la pose­sión de bienes materiales.Desde que nos despertamos hasta la hora de dormir, somos bombardea­dos con mensajes consumistas. Las personas basan su felicidad en su capa­cidad de consumir: cuanto más compras, más feliz te sientes. Y eso es una rueda viva, que gira en función de un único sentimiento oculto: la codicia.La codicia no es solo querer lo que los demás poseen, sino desear lo que no puedo tener. Cintia compró, compró y compró, queriendo tener más, y terminó con menos.Tu felicidad no es la sumatoria de lo que tienes, sino a quién perteneces; es bueno tener, pero es mejor pertenecer. Cuando escoges pertenecer a Dios, escoges la felicidad: él te ayuda a vivir con lo que tienes y con lo que eres, y te dará mucho más de lo que un día soñaste.Hoy, sal a la lucha de la vida procurando primeramente pertenecer a Jesús y permaneciendo en él. Cuando sientas el deseo de tener lo que no está dentro de tus posibilidades, a pesar de que te parezca bueno y agradable a los ojos, recuerda: "Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores".( 1 Timoteo 6:10)
                       Tomado del Libro de Meditaciones Matinales 2011, del Pr. Alejandro Bullón.


Muchos problemas y males nos causamos por las diversas codicias de esta vida, por ello tengamos presente siempre el consejo bíblico de estar contentos con lo que tenemos ahora , porque el Señor no nos desamparará.


JOHN CARLOS SOTIL LUJAN.
DIRECTOR DEL WEB BLOG
REFLEXIONES PARA VIVIR

¡No sé qué hacer; simplemente, no lo sé! . Con el rostro entre los brazos, sentada frente a mí, Claudia era el retrato de tantas personas, inmersas en un mundo de dudas: matrimonio en bancarrota, crisis en el trabajo, deudas y luchas diarias con la depresión, Claudia buscaba respuestas.
"Son tantas", decía ella, "tantos caminos, tantas filosofías, tantas pro­puestas, que es imposible saber lo que es o no es correcto".Verdad y mentira. Verdad, que existen muchas filosofías, caminos y alter­nativas. Vivimos en un tiempo en el cual está de moda creer en algo, vivir la espiritualidad, buscar la armonía del alma. El enemigo de nuestras almas es especialista en crear confusión en la mente del ser humano; fue así en prin­cipio, y continúa así actualmente.La pregunta del texto de hoy es una de las más difíciles de traducir. En el hebreo, sugiere dos ideas diferentes, y eso causa cierta contradicción entre los estudiosos de la Biblia. El enemigo formuló una pregunta con el claro objetivo de confundir a Eva; su intención era llevarla a dudar de Dios. Y continúa siendo este su objetivo hoy, al presentar tantas filosofías, creencias y caminos alternativos.Es muy probable que, en algún momento, te hayas sentido como Clau­dia, sin saber adonde ir, qué hacer o qué dirección tomar. En la carretera de la vida, todo parece oscuro y te parece imposible llegar a destino.El caso de Claudia muestra que buscar el rumbo llevada por las ideas y las filosofías humanas solo te conduce a la confusión: el camino es la Palabra de Dios. La Biblia es el mapa del viajero; el GPS para el perdido; la señal de tránsito que indica: sigue adelante, a derecha o a izquierda. Las orientaciones divinas son claras y objetivas: a nadie le fue mal por haberlas obedecido.Deposita tu confianza en Dios. Aunque al principio no lo entiendas; a pesar de que tu humanidad te hace pensar que la orientación está equivoca­da. Dios jamás falló a los hijos sinceros, que van a él en busca de orientación y de consejo. Haz de este un día de obediencia a sus orientaciones, y recuerda que el enemigo puede aparecer, en algún momento, susurrándote: "¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?"(Genesis 3:1) U.P..
                               Tomado del Libro de Meditaciones Matinales 2011, del Pr. Alejandro Bullón.


"Sin duda alguna que el que aplica los consejos divinos siempre encuentra esperanza y solución para todas las crisis y desafíos de la vida".
JOHN CARLOS SOTIL LUJAN.
DIRECTOR DEL WEB BLOG
REFLEXIONES PARA VIVIR


El cabello largo, ondulado y negro como el azabache caía, graciosamen­te, sobre sus hombros; y, a pesar de la oscuridad de la noche, sus ojos, grandes y hermosos, brillaban con el fulgor de sus sueños. Sueños brillantes, coloridos, iluminados por poderosos reflectores y adornados con aplausos. Ella, la estrella aclamada; la multitud, rendida a sus pies, pidiendo escanda­losamente que cantara otra vez.
Desde pequeña fue así. Apenas tendría dos años de edad, y ya subía a la mesita de centro de la sala, tomaba cualquier objeto en la mano y se ponía a cantar. Dios la había bendecido con una linda voz: parecía un canario, en una mañana de sol.
Pero, esa fue su tragedia: se enalteció su corazón a causa de su hermosu­ra; corrompió su sabiduría a causa de su maravillosa voz.
Es triste decirlo, pero la realidad nos muestra, con frecuencia, la vida de personas que recibieron talentos extraordinarios de parte de Dios y fueron conducidas a la muerte. Pero, el problema no estaba en los talentos, sino en la manera frivola en que los administraron.
Cuando los talentos giran en torno del yo, la tragedia se aproxima como un caballo desbocado; es cuestión de tiempo. Más tarde o más temprano, los castillos se desmoronan como si fuesen de arena; el viento se lleva la gloria humana; las luces se apagan, los aplausos callan, y nadie más pide un bis.
Conocí a Charo, convertida en una estrella en decadencia: sus tiempos de gloria se habían ido prematuramente. Los médicos no lo entendían, pero la tuberculosis, rebelde, se resistía a cualquier tratamiento, e iba devorando sus pulmones, impiadosamente. Con los ojos brillando de emoción, me confió: "Es el precio que estoy pagando por innúmeras noches mal dormidas, hun­dida en el mundo de la farándula".
Murió joven. Cuando quiso cantar para Dios, ya era tarde: sus pulmones no resistían; su voz, quebrada, parecía un tambor viejo. Solo producía el lamento triste de alguien que no supo administrar el don que Dios le dio.
Tú continúas vivo. Para ti, todavía no es tarde: el sol aún brilla en tu jornada. ¿Por qué no le entregas a Dios todo lo que eres y lo que tienes? Hazlo ahora, y recuérdate que con Lucifer fue diferente, porque "se enalteció su corazón a causa de su hermosura, corrompió su sabiduría a causa de su esplendor".(EZEQUIEL 28:17)
                                       Tomado del Libro de Meditaciones Matinales 2011, del Pr. Alejandro Bullón

Comments Off

Júnior es muy querido por sus amigos; pero esta noche se encuentra solo. ¿Por qué alguien tan popular prefiere quedar solo un sábado de noche? ¿Por qué sus amigos lo habrían abandonado, justamente un sábado de no­che, cuando todos salen y se divierten?
Desde que su matrimonio acabó, Júnior pasó a sentirse un infeliz, un don nadie; el complejo de inferioridad se apoderó de él. Hoy, el muchacho alegre dio lugar a una persona amargada; la sonrisa fácil fue reemplazada por la tristeza y las bromas se transformaron en lamento.
La vida de Júnior fue cuesta abajo, como un carro desenfrenado. Perdió todo. La comida no tiene más sabor; los colores perdieron su brillo... y se hunde cada vez en un mundo de lamento y de pena. "¿Volveré a sonreír al­gún día? ¿Alguien podrá amarme de nuevo? ¿Todavía tengo algún valor?", se pregunta a sí mismo. Y no encuentra respuestas.
El versículo de hoy fue escrito para un pueblo asustado y angustiado: asustado, por el gigantesco viaje de vuelta a Jerusalén; angustiado, por miedo a lo desconocido. Un pueblo que salía del cautiverio con baja autoestima y el orgullo herido; esclavo por segunda vez. ¿No era demasiado?
En medio de ese torrente de sentimientos pesimistas, Dios presenta una verdad: "Tú eres precioso, y yo te amo". El mensaje de Dios, para el pueblo de Israel en aquel tiempo, es el mismo para Júnior, para ti y para mí, hoy: somos preciosos, y Dios nos ama con todas las fuerzas de su ser. El amor de Dios existe no porque seamos buenos o fáciles de amar, sino porque somos sus hijos, creados por él, a su imagen y semejanza.
Quién sabe, hoy no te sientes bien; el peso del complejo de inferioridad te masacra. Quizás hoy sientes que nadie te ama, y que todos se ríen de ti y de tu manera de ser. Dios te ama: tú eres la cosa más linda que Dios tiene en este mundo; tú eres precioso.
Enfrenta los desafíos de este nuevo día sabiendo que eres precioso para Dios. Cuando las sombras de la tristeza oscurezcan tu vida, recuerda las pala­bras de tu Padre, que te dice: "Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé: daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida"(Isaías 43:4)
                            Tomado del Libro de Meditaciones Matinales 2011, del Pr. Alejandro Bullón

La vida está llena de caminos. Muchos, por todos los lados: caminos men­tirosos, engañadores, seductores; caminos que te susurran a los oídos: "Hola, ven conmigo, yo te llevo donde quieres llegar".
Uno de esos caminos es el placer. Te ofrece maravillas, pero te cobra caro; no le creas. Por otro lado, no temas al placer; el placer tiene un lugar en la vida: a fin de cuentas, es resultado de los sentidos, y los sentidos fueron colo­cados en tu cuerpo por el Creador. Uno de los propósitos de los sentidos es proporcionarte placer. Y, si fue Dios quien colocó la fuente del placer en ti, no debe ser peligroso ni pecaminoso, como parece.El problema es la búsqueda del placer por el placer en sí mismo; la ob­sesión por el placer, despojado del temor de Dios. Por lo tanto, cuando el placer toque a la puerta de tu corazón y no venga acompañado del temor de Dios, no le hagas caso: su fin será la muerte.El único y el verdadero Camino es Jesús. Cuando él estuvo en la tierra, declaró a sus discípulos: "Yo soy el Camino"; Camino con mayúscula. No existe otro que te conduzca a la vida; buscar la felicidad siguiendo cualquier otro camino es buscar la muerte.Pero, cierto día, un joven me preguntaba: "¿De qué forma Jesús es el ca­mino?'^ he comprobado que muchas personas, en el mundo, no entienden la manera en que Jesús las conduce a la vida; algunas, incluso, buscan formas místicas de seguir a Jesús. Pero, Jesús es práctico, y sus enseñanzas también lo son. El modo en que desea llevarte a la vida es por medio de su Palabra: cada vez que abres la Biblia, el Señor se comunica contigo y te muestra el camino que debes transitar. Obedecer a su Palabra es andar en el camino.Desdichadamente, vivimos en días en que cada uno desea ser su propio camino; cada uno piensa que sabe lo que es bueno para sí. El resultado es que la carretera de la vida está colmada de cuerpos sangrando, agonizando... esperando el momento final de una existencia sin sentido.Haz de este un día de retorno a la Palabra de Dios. Consulta las enseñanzas divinas antes de tomar una decisión. No te atrevas a vivir solo, porque "hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte".(Proverbios 16:25)

                                      Tomado del Libro de Meditaciones Matinales 2011, del Pr. Alejandro Bullón



A Gerardo le llamó la atención la sencillez y el amor de aquella familia. Había aceptado la invitación seguro de que tratarían de cambiar sus conceptos religiosos, pero ellos no le hablaron de religión durante la cena. Volvió otras veces, atraído por el amor, a pesar de que sus convicciones religiosas eran diferentes. Jamás se tocó el asunto religioso; aquella familia, simplemente, le daba amor y compañerismo, sabiendo que él era un extranjero en tierra extraña. 
Un día, Gerardo no logró reprimir su curiosidad.-¿Por qué no me hablan de su religión? -preguntó, ansioso.
-No es necesario -le respondieron-: te la estamos mostrando todos los días.
El amor en acción llevó al joven egipcio a estudiar la Biblia y a conocer la teoría del amor. Entendió lo que sucedió en la cruz del Calvario, y hoy es un ministro del evangelio.
"Dios es amor", afirma Juan. Dios no solo tiene amor, no solo da amor: es la esencia del amor. Cada vez que da amor, se da a sí mismo. El amor no existe separado de él. Dios es la persona amor, y la única manera de decir que estamos en él es estar en el amor y vivir el amor.En el versículo de hoy, el apóstol Juan relaciona el amor al verbo "permanecer": permanecer en Dios es permanecer en el amor. Es fácil amar esporádicamente; cuando conviene, cuando es necesario. El verdadero amor permanece: ama cuando las cosas van bien o cuando la tempestad amenaza la embarcación; ama en todo tiempo, a pesar de las personas o de las circunstancias.
La única forma de entrar en la práctica del amor es ir a Jesús y permanecer en él. Quien permanece en Jesús simplemente ama, de manera natural, porque, como dice San Pablo: "No vivo más yo, sino que Cristo vive en mi". Desafíate hoy a vivir la dimensión del amor en acción; a no separarte de Jesús; a hacer de él tu compañía permanente. Recordando que, cada vez que las personas que no conocen a Jesús desean conocerlo, no buscan la Biblia para conocer la teoría del amor, sino a los cristianos, para "leer" sus vida y ver si la teoría funciona. Porque: "Dios es amor, y el que permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios en él".(1 Juan 4:16)
                                Tomado del Libro de Meditaciones Matinales 2011, del Pr. Alejandro Bullón

Gonzalo pasó su mano por el cabello y, mientras apagaba la computa­dora, se dio cuenta de que la ventana de la casa de enfrente tenía luz. Interrumpió lo que estaba haciendo, y corrió a observar; siempre lo hacía, y después se arrepentía. Invadir la privacidad de la joven vecina no le hacía bien: la culpa lo castigaba a la hora de dormir.
Gonzalo atribuía la culpa a sus ojos: "Si fuese ciego, no tendría este pro­blema", se recriminaba a sí mismo, en sus horas de arrepentimiento.El problema de Sansón también fue sus ojos. Aparentemente; porque el nido de las actitudes pecaminosas nada tiene que ver con los ojos: está en la mente. Los ojos hacen lo que la mente ordena. El mensaje de hoy está relacionado con la tendencia carnal del ser humano: "Nací en pecado, y en pecado me concibió mi madre", declaró David después de ser víctima de la tendencia pecaminosa que cargaba en su mente.La tragedia del hombre pecador es que vive en función de los sentidos; pueden ser los ojos, o el olfato o el paladar. La mente natural corre detrás de lo errado: sabe que eso le hace mal, pero insiste; sufre, pero continúa. Los sentidos son solo instrumentos al servicio de la mente, que se deleita en andar lejos de Dios.A Sansón le fue mal; jamás le fue bien a nadie. La única salida radica en la transformación completa de la naturaleza, y ese milagro es llamado, en la Biblia, "conversión". En el momento de la conversión, Dios te entrega la mente de Cristo, y solo entonces estás en condiciones de colocar tus sentidos bajo el control del Espíritu.A Sansón le costó caro aceptar el hecho de que necesitaba ser convertido. Se casó, llevado por los sentidos; dejó que su naturaleza rebelde decidiese su futuro. El resultado fue trágico: la mujer buscada solamente con los ojos, lo llevó a perder los ojos en manos de los filisteos.Hoy puede ser un día de evaluación: ¿hasta qué punto soy dirigido por el Espíritu de Dios o por mi mente natural? Dios siempre está dispuesto a operar el milagro de la conversión cuando el ser humano cae, rendido, a sus pies.No te olvides: a Sansón le fue mal porque: "descendió Sansón a Timnat, y vio en Timnat a una mujer de las hijas de los filisteos"(Jueces 14:1)
                               Tomado del Libro de Meditaciones Matinales 2011, del Pr. Alejandro Bullón

De la perfección a la maldad. ¿Cómo es posible? Lucifer era perfecto, al salir de las manos del Creador. Pero, justamente por ser perfecto, nece­sitaba ser libre. Si no pudiese decidir, no sería libre; sería apenas un esclavo del bien, y no sería perfecto. Su tragedia fue pensar que podía vivir solo: decidió separarse del Creador y seguir un camino extraño. El orgullo es eso: la insensata idea de que puedes vivir solo.
Nadie puede; todos los seres creados somos dependientes. Vinimos de las manos del Creador, y solo seremos completos cuando nos volvamos a él. Pero, el orgullo te lleva a pensar que no necesitas de nadie; que eres autosu- ficiente y capaz de escoger tu propio camino. El resultado es que, lejos del Creador, aparece el deterioro. Lenta, imperceptiblemente al comienzo. Pero, cuando un día abres los ojos, no te queda otra cosa sino un remedo de la imagen de Dios con la que fuiste creado.A lo largo de mi vida, he conocido jóvenes brillantes. Tenían un mara­villoso futuro por delante; parecían un sol naciente, en las frías mañanas de invierno. Tal vez, justamente por eso creyeron que podían reinar, soberanos, en el escenario de su propia existencia. Hoy, queda poca cosa de ellos.El origen del orgullo es un misterio; la Biblia no lo explica. Dios describe lo que sucedió pero, por algún motivo, no nos explicó el porqué ni el cómo. Simplemente, nos muestra el triste destino de separarse de la Fuente perma­nente de la vida, que es él.Si, por algún motivo, crees que puedes decidir solo, detente y piensa. Dios permitió que el ser humano organizase el tiempo en días, semanas, meses y años, quién sabe por eso: para darte la oportunidad de hacer un alto y reflexionar. Reflexionar es vivir; y vivir es corregir, todos los días, a cada instante, siempre que percibes que te estás yendo fuera del camino que un día el Creador te preparó.Haz de este un día de reflexión. ¿Quién es el centro de tu vida y de tus decisiones? ¿Quién ocupa el primer lugar en tu existencia? Aprende de la historia. La historia de Lucifer es una historia triste, porque: "Perfecto era en todos sus caminos desde el día en que fue creado, hasta que se halló en él maldad' (Ezequiel 28:15)
                          Tomado del Libro de Meditaciones Matinales 2011, del Pr. Alejandro Bullón

Comments Off

Reflexiones populares

Translate/Traductor web

Seguidores

Archives

Vistas de página en total

© REFLEXIONES PARA VIVIR. 2010 | This wordpress temeplate was designed by Vcars | Converted to Blogger Templates and Blogger Themes for Shoe Shopping | Discount Watch